por Ulises Granados El monte Cano siempre fue un niño ensimismado y cabizbajo. Se pueden contar con una mano las ocasiones en que salió a jugar con nosotros. No pateaba el bote, ni se escondía. Jamás quiso atrapar un balón, ni correr al touchdown. Ni policía ni ladrón, permanecía sentado sobre la banqueta mirándose los …

por Andrés Mijangos La abuela se peina frente al espejo con la mano vendada mientras, entre labios, tararea una canción familiar. En el reflejo asoma una hilera de dientes podridos. A Tali le gusta oírla. ―Ve a darles de comer ―ordena la abuela. Tali se aleja dando brincos, su larga cabellera castaña se mueve de …