por Andrés Rubio Krohne
La Madre, con ese título consignada
por nacimiento o providencia antes que por acción,
vio, entre lágrimas y gozos, casi culminada
la que —estaba escrito— era su misión:
Halló en sus anormales dolores de parto
de su designio la más tortuosa premonición:
anuncio final de la llegada, jovial en harto,
del infante que llevaría su sucesión.
Mas ¡cuál no fue su sorpresa al distinguir
a un infinito tropel de negros alacranes
que se apresuraban a de su vientre salir,
que la espantaban con monstruosos ademanes!
¡Y cuál no fue su horror tan petrificante
cuando, ante la jauría de bestias, fuese a percatar
que éstas, en reemplazo de su imaginario infante
su sangre y apellido habrían de cargar!
Andrés Rubio Krohne es una de las causas de los tiempos difíciles que la Biblia auguró.
Ilustración de Idu Zshugost. Conoce más de su trabajo en su perfil de Instagram.