El conformismo humano es desconcertante. Detrás de su indiferencia parece esconderse algo así como la intención de progreso. Ninguna migaja nos parece pequeña porque nos han enseñado que el cambio ocurre en pequeños gestos y no en la gran algazara de la revolución. Así, convencidos de que un seis es radicalmente mejor que un cinco, …