Muerte de una ciudad La Flaca llega de a poco con sus más finas enaguas, buscando las dulces aguas de la cuenca de Texcoco. —Chilango, ¿te has vuelto loco? ¿Pensar se te dificulta? Ojalá en la consulta decidas salvar el lago, o tu cuerpo lo deshago y lo lanzo en catapulta. Pero ella no precisa …