Yo también, pero tampoco

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Sobre el origen y naturaleza del soneto

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Mario Andrés Arcos Guerrero [Dibujo]

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por Diego Quintero   Imagínelo: es invierno y usted sale en busca de Xun para que vayan a deslizarse por las colinas aledañas al complejo de edificios donde los dos residen y llega al apartamento de su amigo justo a tiempo para la hora del té. Después de agradecerle a la señora Huey la hospitalidad, …

por Daniel Ramírez Orozco   James Joyce, como muchas de las cosas importantes de la vida, me llegó a través de Los Simpson. En uno de sus episodios esta amarillenta  familia viaja a Irlanda y allí,  en medio de múltiples referencias culturales, encuentran un grupo de personas con vestimentas de principios del siglo XX sumidas …

por José Luis Antonio Gómez Haro   En las colinas de lana amarillenta, al borde de la ciudad de papel, entre gritos y ladridos estruendosos, se encontraba el maizal de agujas tan afiladas que cualquier movimiento en falso podría causar un corte estrepitoso. Do y Re huían de los intrépidos sabuesos de cartón dirigidos por …

por Alan Armas de la Rosa   De las dos muertes que tuvo el señor Rangel, la primera fue la más curiosa; sucedió en un accidente, porque la segunda, según recuerdo, tuvo que ver con algo enteramente distinto. Yo le conseguí el trabajo con el que ahorró para comprarse el coche en el que se …

por Felipo Zaná   Quién lo hubiera creído; a pesar de su miopía, Cristina fue la primera en notarlo. Sin embargo, ahora de nada sirve pensar en ello. Ninguno de nosotros hubiera tenido el valor para matarlo, ni siquiera Jorge que gustaba tanto de derribar pajaritos con su cauchera o Dalia que cazaba ratones con …

por Julia Bonilla   Escribo para recordar cuánto vives en mi memoria. Y he necesitado de un par de textos para apretar mis puños y negarte dos veces. Perdono, porque las noches solitarias me enseñaron a hacerlo lloro, porque ante el silencio no hay ruido más extraño que tu nombre te compadezco, porque compartimos la …

por Darío Espejo   Te vio sentada al borde del camino, con los codos apoyados en las piernas y la mirada perdida. Repleta del polvo seco de una mañana llena de calor y vacía de humedad. Me dijo que tu piel lucía escamosa y que tus labios estaban llenos de pellejos resecos que se te …

por Sebastián Medina Arias Sandía, anestesia mi bar[1]   Aun en el momento en el que nos damos cuenta de que nacimos muy tarde para explorar la Tierra y muy temprano para explorar el cosmos, nosotros, los seres humanos de hoy, conservamos una actitud irremediable de conocer, comprender y asimilar cualquier espacio que pueda ser …

por Daniela Cobián   Mi Chico Binario me habló muchas veces de su viaje a Marte. Yo le decía “claro, claro, te vas a ir a Marte” y hasta nos reíamos del asunto. Hablábamos de los siete años que pasaría en los centros de entrenamiento y de los otros siete que pasaría en la nave, …

por Beto Fong   Son  aproximadamente  las  tres  de  la  madrugada  y  en  algún  lugar,  dentro  de  una habitación,  R.  sigue  despierto.  Ha mantenido correspondencias  electrónicas  con  un grupo  reducido  de  gente,  hablando  de  temas  que  carecen  de  importancia;  la  poca que  pudieron  haber  tenido  inicialmente,  se  ha  desvanecido  con  el  transcurrir  del tiempo.  Después  …