por Lucas Lucatero a Luis Andrés Galindo El teléfono sonó a las seis de la mañana. Mi esposa, que ya se encontraba en la planta baja, contestó, subió corriendo, abrió la puerta del baño y me dijo con rostro desencajado que mi hermana estaba en la línea. “La tía Chofi… un infarto”. Eso cambiaba mi …