Dibujo y Estampa – Diego Maqueda


El dibujo es el eje central de mi formación como artista. El proceso de observar, analizar y ejecutar; de pensar, proponer e intentar resolver problemáticas de diversas índoles. 

El dibujo es un problema, cito a John Berger: “Es una construcción subjetiva, se gesta en diferentes procesos, a diferencia de la fotografía que congela el momento, el dibujo va más allá del tiempo, es una realidad por sí misma”. Gracias a la enseñanza, comprensión y práctica del dibujo pude comenzar a entender mi contexto, mi ser mismo.
Gracias al maestro Francisco Castro Leñero fue como comencé a interesarme en las problemáticas de la disciplina de forma seria, “el proceso de observar y registrar, para conocer lo que nos rodea”, decía el maestro.
Lo que más me interesa del dibujo es el conocer el entorno analizarlo, descomponerlo y reestructurarlo, como si se tratara de información, para buscar que ésta responda a alguna pregunta, estado anímico o reflexión hecha.

A la par del dibujo, descubrí la disciplina artística que se volvería dominante en mi formación artística: la estampa. Me formé durante dos años en el taller de Xilografía José Guadalupe Posada y actualmente estoy por iniciar mi cuarto semestre en el taller de Huecograbado Francisco Moreno Capdevila.

¿Qué me atrajo tanto de la estampa? Su complejidad, el proceso tan inestable y del cual no sabes qué resulta hasta el final, es un proceso que no tiene la posibilidad de corrección. Esta disciplina fue el medio para proponerme uno de mis primeras inquietudes: la identidad. Abordé el género del retrato, primero en una dinámica tradicional, después, con investigación este proyecto tomó una nueva forma: la autobiografía visual. Este último tema de la autobiografía visual, lo desarrollé únicamente en la disciplina del grabado en metal,  sin embargo, dicho acercamiento se llevó a cabo a manera de aprendizaje. Anteriormente no me había  propuesto realizar un proyecto serio, ya que mis preocupaciones estaban únicamente en aspectos formales de mi trabajo, cosas como proporción, conocimiento de los procesos y técnicas me ocuparon en los primeros años de la carrera. Comenzando el último año me animé a dar el siguiente paso, a comenzar a cuestionarme y a tener una propuesta propia.

Impartí el curso “introducción a la xilografía” en la Universidad del Desarrollo Empresarial y Pedagógico, UNIVDEP y he participado en una exposición colectiva.

Quiero agradecer explícitamente a los siguientes maestros: Ligia María de la Soledad, Patricia Soriano, Alfredo Rivera, Ulises Ponce de León, Francisco Castro Leñero, Juan Naranjo y María Eugenia Figueroa.

 

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