I Aquellos que han escuchado la palabra sagrada saben que Dios creó al mundo en seis días y que al séptimo se retiró a descansar a la fúnebre lejanía de la que no ha vuelto. Goethe, que sólo era un hombre (aunque es difícil decir esto de aquel que nos dio Fausto) requirió de toda …