por Jonathan Rincón   ¿Y si se acercaba a ella y le hablaba como lo tenía previsto? Hola. Hola. Cómo estás. Muy bien y tú. Yo muy bien ¿qué te parece si vamos por un helado a aquella tienda cercana? Y después caminarían y él miraría hacia el frente tratando de encontrar un tema de …

por Óscar Schinca Los cuentos de hadas que me contaron en la infancia contienen un significado más profundo que cualquier verdad que me han enseñado en la vida. –Friedrich Schiller     Un día el mero mero bajó de su fortaleza, custodiado como el que más, y era de esperarse, pues uno no llega tan …

por Rafael Ochoa   Se lo digo, señor, que por mi impura madrecita aquello no era de esta tierra. Me acuerdo como si hubiera sido mi niña enferma. Me acuerdo perfecto cuando Fitipo me contó su historia, ¡su letanía! Me cae: un día caminaba por Tacuba y escuchó aquella voz que lo invitaba a irse …

La Marabunta cierra su anárquica quinta edición, para la cual recibió una cantidad récord de colaboraciones, con esta compilación de algunas entradas que no cupieron del todo en la publicación normal —sobre todo por razones de tiempo—, pero que sí alcanzaron un lugar en nuestros arrugados corazones de hormiga. Muchas gracias por participar en este …

Por Esteban Vargas   La primera regla para revivir a los muertos: No lo haga. Pero si está dispuesto a revivir a Julio Cortázar, hay excepciones. ¿Por qué no reviviría al argentino?  El hombre escribió un sinfín de tomos esenciales y si deseamos conocer cómo sumergió sus manos en lodo y de las entrañas del …

Por Sebastián Vergara   Era martes en la noche y ahí estaba yo. Mirando desafiante a la pantalla de mi computador al tiempo que abría una lata de cerveza. Ansioso de que la inspiración me llegara para poder empezar a escribir el cuento de Jules y salir de una vez por todas de aquel embrollo. …

Por Adrián Feijóo   Oficina estándar: ficheros, mesa verde, dos sillas suecas de aspecto incómodo, ficus, escena de caza al óleo, papeles. Una secretaria escribe ávidamente, como al dictado de algún diablillo invisible y productivo. Levanta la cabeza y pega un sonoro grito con tono autoritario. —¡El siguiente! ¡284, su turno, pase! Se abre la …

Por César Miguel Calderón Montañez   Estaba sentado en una de esas sillas polvientas de aquel salón polviento en aquel edificio hecho polvo. Ese lugar es un polvo endurecido. Repugnante, asqueroso, tan sucio como las asambleas y los oscuros acuerdos que se celebran ahí. Democracia, ¡Já, já, já! Mil veces ¡jájájá! Compañeros, sírvanse levantar la …

Por Eduardo Plaza   Fernanda es mi mujer. Teresa es su tía, la hermana menor de su padre. Se parecen mucho. Físicamente, quiero decir. Fernanda tiene treinta y dos. Teresa treinta y seis. Con Teresa dormimos juntos una vez, en la casa en Tongoy. La casa de Fernanda. Fernanda ya había vuelto a Santiago y …

Por Yobaiìn Vaìzquez Dedicado a los caídos en concursos literarios: robados, estafados, embaucados, engañados, timados, trampeados, desilusionados, defraudados, decepcionados, engatusados. A todos los que nos dieron atole con el dedo.   A mediados de marzo el joven Yo ganó un concurso de cuento en la provincia de Yu. En la ceremonia de premiación le dio …