por José Manuel Vacah   El hocico de la ciudad, los dientes grises, la lengua negra, su aliento amarillo precipitándose contra mis pasos, la tarde entera contra mi cuerpo, la ruidosa multitud aplastándome.   Intento seguir el ritmo de mis premoniciones. El cielo enfermo me ofrece un cigarro, y después tose, tose y escupe sangre; …

por Daniel Sibaja   Sr. Alfred, he tenido una silueta dibujada en sueños y vigilias, es usted mirándome desde un arriba que no alcanzo. Ha pasado bastante tiempo desde que en la Bahía Bodega nada ocurre. No sé nada de mi familia, estoy incomunicada y si es que alguien me escribe, o no, es porque …

por Sandra Cruz A Juan Rulfo   Higinio lleva dos semanas desmemoriado, no se acuerda quién es y porqué está aquí con nosotros. Hay días en los que se le olvida cómo hacer la siembra, le tenemos que ayudar del diario pa´que el patrón no lo corra o le pague menos, le tenemos que ayudar …

por Francisco Pérez Caballero A mi padre   Me decían “no vayas pa’ allá” pero yo tenía que ir; les decía, no recuerdo porque, quizá a echar pulque con José porque era septiembre, me acuerdo, a José siempre le gustaba emborracharse en el mes patrio (aunque él se la vivía embrutecido de tanto alcohol siempre …

La Marabunta cierra su anárquica quinta edición, para la cual recibió una cantidad récord de colaboraciones, con esta compilación de algunas entradas que no cupieron del todo en la publicación normal —sobre todo por razones de tiempo—, pero que sí alcanzaron un lugar en nuestros arrugados corazones de hormiga. Muchas gracias por participar en este …

Por Áurea Xayde Esquivel Flores “Testimonio, cuerpo mío, duéleme que eres mi último sufrimiento antes de que me entregue al sufrimiento puro al que no tiene principio ni fin, ni mezcla de alegría ni de esperanza.” —José Revueltas, “La frontera increíble”   El cuerpo y su conciencia no se constituyen como una realidad dada, sino …

Por Pamela Amador   Todo comenzó en Múnich, a principios del siglo XX, una ciudad que si bien no era Paris, contaba con varios pintores dispuestos a ir más allá de lo que en la época del káiser Wilhelm IIse consideraba arte. A finales del siglo XIX, Vassiliy Kandinsky había dejado su natal Rusia con …