por Jorge S. Panohaya
HYPER-BALLAD – Björk
La urgencia de escribir me llegó con la misma urgencia de escuchar Hyper-ballad de Björk. (M) duerme en el cuarto de al lado, al precipicio de la cama. Yo también me pregunto si cada madrugada escribo para poder sentirme feliz, para sentir que no estoy abandonado en la caída.
I
Desde hace unos días las cuestiones que entrelazan la ficción y la realidad me han convertido en una persona ausente. (M) me pidió que dejará de pensar en eso, que si no fuéramos reales él no podría tocarme como lo hace ahora, si no fuéramos reales él no me diría al oído lo mucho que extraña coger conmigo. (M) despierta del sueño y yo estoy escribiendo esto.
II
Cada mañana hay un olor impregnado en el cuarto que me recuerda al formol. Impregnado en las paredes y en cada movimiento. La casa huele a muerte. El día que comenzamos a distinguir ese olor (M) y yo platicamos sobre el futuro y luego lloramos en completa oscuridad, en silencio. La muerte es el olor del futuro. Este olor es el inicio de una separación. Un anclaje del fin.
III
Las narrativas occidentales nos acostumbraron a que el punto es el fin de la historia. García Márquez escribe en Crónica de una muerte anunciada que “Santiago Nasar estaba muerto y no lo sabía” Todos estamos muertos en este momento. Todos los días nos estamos muriendo y la historia continua.
IV
La urgencia de escribir me llegó de forma repentina. Cuando menos creía necesitarlo. (M) siempre duerme, sus ojos están cansados. Los míos también, pero yo no puedo dormir porque en cada sueño hay algo que me estremece. El fin del sueño y el principio del día sólo anuncian la catástrofe.
V
Para evitar la catástrofe decidí castigarme.
VI
(M) siempre duerme y yo siempre me castigo.
VII
Conocí al sujeto (M) muerto. Fui yo quien llenó de alegría ese cadáver tan triste, me pertenece. Soy yo quien pasa todas las tardes limando cráneos encima de su pecho mientras inundo las paredes de alegría, a pesar del aroma que penetra en todos lados: en el cuerpo, en los ojos, en la mente. Antes era muy sencillo llenar de vida aquel cuerpo, pero hoy me es tan difícil recordar como abrazarlo en las noches, cuando más caliente se pone todo. Él sólo me da la espalda y me pide que vayamos a dormir, que mañana hay que trabajar, sólo nos queda la rutina.
VIII
Soñé que (M) era una bestia que acechaba todos los cuartos y me miraba desde las esquinas para torturarme con los ojos llenos de soledad, ojos amarillos de los que no emanaba ninguna luz, sólo vacío. Aquella bestia que en mi sueño es (M) ahuyenta a la compañía. Todos los hombres pasajeros que hacen parada en mi cuarto se van cuando ven salir a la bestia con las garras afiladas para desgarrar el cuerpo. Mi piel queda hecha jirones, sólo así (M) se ha calmado. Sólo nos queda el silencio de la noche.
Despierto sudando y lo primero que hago es tocar mi cuerpo, sentir mi existencia. No hay pedazos de mí. Abrazo a (M) como también abrazo a la eternidad.
IX
Aún recuerdo nuestra primera cita involuntaria. Fuimos a ver una obra de teatro que patrocinaba la escuela. Casi no nos hablábamos, pero aquel día nos sentamos juntos sin una razón en especial, él era un espectador cualquiera. La obra era bastante aburrida, una parodia sobre Hitler y la bomba atómica, lo absurdo del argumento y la mala calidad de los diálogos hizo que los pocos entusiasmados fueran perdiendo el interés, hasta que, llamados por una sincronicidad, los dos nos fijamos en el chico protagonista cuando en una escena se quitó la playera y los pantalones para adoptar una posición fetal. Fueron muy evidentes las miradas llenas de morbo que lanzamos, yo me reí por como él se inclinaba para ver más de cerca, como queriendo ver aquello que sus brazos y piernas ocultaban. Él y todos en la sala notaron mi risa, avergonzado me pellizcó la pierna para que dejara de reírme. Ahora yo era el avergonzado. Enojado por haberme pellizcado le di un zape en la nuca y luego él me dio uno en el brazo y así seguimos todo lo que duro la obra. Jugamos con el cuerpo del otro y nos sentíamos felices. Cuando salimos me acompaño a la parada de mi camión y ahí se nos fue el resto de la noche hasta que me subí a la última unidad. Antes de irme esboce una sonrisa y él fue el espejo de ese sentimiento. Ambos nos reflejábamos.
¿Qué había aquel día que lo hizo sonreír y que hoy no encuentro por ningún lado?
X
Todos los días me levanto a las seis de la mañana. Las sabanas siempre están empapadas por mi sudor, pero a (M) ya no le importa, hace mucho dejo de importarle la limpieza del hogar. Cada vez es más difícil secarlas, la humedad se ha impregnado al colchón y siempre están mojadas. (M) continua con la rutina, ir al baño, ducharse y salir al trabajo. Aquí todo se inunda en agua pútrida. Cada vez que parte siento el agua oprimir mi pecho y antes de ahogarme, despierto. (M) por primera vez no duerme, se ha ido y no sé a dónde.
XI
Dancer in the dark es mi película favorita de Lars von Trier. La película es un musical en donde la protagonista fantasea mundos en los que su vida no es la catástrofe que le ha tocado. Al final de la película Selma es ejecutada por un asesinato ocurrido en un malentendido. Me gusta pensar que después de su muerte Selma aún baila en los idílicos mundos de su consciencia. Después de la ejecución, la música termina para el espectador, pero continúa resonando infinitamente en el eco de la ausencia. Verónica Gerber Bicecci los denomina Conjuntos Vacios. La ausencia también es una forma de estar en el mundo.
El lugar de muchas personas es la ausencia, la falta de estar en un lugar es una forma de estar presente.
En otro tiempo. En otro lugar. En otra mente. Este fragmento ya había sido escrito. Con otro significado.
XII
No encuentro a (M) en ningún lado. De niño tampoco encontraba el camino a casa, pero en ese entonces era mucho más fácil perderse porque no tenía la noción de estar perdido. ¿Qué es un hogar? un espacio geográfico formado por el conjunto de recuerdos fijados con el cemento ancestral del tiempo, con la sangre de muchas generaciones.
XIII
Soñé que (M) estaba devuelta en el presente. Platicamos de su ausencia, de los días que estuvo perdido y cómo encontró el camino a casa. Preparo su cama para que pueda descansar de su viaje. En el momento en el que tomo su mano para llevarlo al cuarto se desvanece. Sus manos se convierten en polvo y sólo queda un puño de cenizas que arden en los ojos.
XIV
A (M) le gusta mucho el cine. Robert Rodríguez, Quentin Tarantino, Zack Snyder, Rob Zombie, Lars Von Trier, Michel Gondry, Abbas Kiorastami, Paco León, Satoshi Kon…
XV
Siento que el mundo se está acabando desde que ya no te veo. No te encuentro en ningún lado, ni en las pertenecías que dejaste olvidadas, como si tu presencia hubiera sido borrada. No hay ninguna esencia. Fragmentos. Sólo te construyo a través de piezas. ¿Una mano es (M)? ¿Un ojo es (M)? ¿Una pierna es (M)? ¿Acaso una caricia como la de mi mano subiendo por mi torso es (M)?
LOVE NEVER DIES (PART 1) – Apoptigma Berzerk
La música nunca fue de mi agrado hasta que conocí a (M) y me enseñó un disco de neogótico con una canción de Apoptigma Berzerk titulada Love Never Dies (Part 1). Me encantó. El uso del Carmina Burana combinado con los sonidos del Future Pop hicieron que el sencillo se convirtiera en uno de mis favoritos. Yo no sé que es el Future Pop. Tampoco sé que es el Neogótico. Todo eso lo sabe (M). Ahí me llegó la urgencia de escribir. Con Apoptigma Berzerk y Love Never Dies me llegó la urgencia de escribir. Escribir sobre (M) y todo lo que él sabe.
1
Todos los días, si bien me va, (M) llega tarde. Hay semanas en las que no aparece por ningún lado. Björk. Para recordarlo siempre escucho a Björk. La primera vez que la escuchamos fue después de la primera función que dimos en el teatro de la escuela. (M) escuchaba la música muy fuerte, todos conocíamos sus gustos musicales. Hyper-ballad. Esa fue la primera canción que compartimos después de un ensayo.
2
Casi nunca entrabamos a la escuela. Íbamos a su casa y ahí nos abrazábamos ante la incertidumbre de la adolescencia. Él sin poder aceptar el ropaje humano con el que fue condenado. Y yo intentaba callar los ecos de la burla. Mientras (M) lloraba, lo abrazaba. Intentaba asirme a su existencia. Por más fuerte que lo hiciera, él se desvanecía.
3
Frecuentábamos los baños de vapor que se encontraban a unas calles de la escuela. Los dos entrabamos con la cadencia del no-te-conozco para no ser descubiertos. Prendíamos el vapor hasta su límite. Sombras de cuerpos que danzan en la niebla. Mientras más calor hacía nuestros cuerpos se desdibujaban. No había formas. No había cuerpos. Recordé a Sopor Aeturnus. Una canción titulada We Have a Dog to Exercise. “The body is a prison-cell … that like a child needs to be washed and fed…”
4
(M) me enseño, después de coger en mi cuarto helado, una canción de Sopor Aeternus. White Body. “White body frozen to the floor, we don’t speak your language… Ahí me di cuenta de que en realidad nunca había escuchado a (M). Él se sentía así. Incomprendido.
5
El White Body del que canta Sopor Aeternus no es un simple cadáver. Es un cuerpo sin presencia. Somos incapaces de descifrar lo que busca decirnos. No hay códigos indiquen algún acto comunicativo. (M) se veía como un White Body.
6
Solíamos recostarnos en la cama. Mirar el techo y después pensar en todo lo que nunca lograríamos. Pensar. La vida se me iba en pensar. Pensamientos cortos. Valeria Luiselli dice que las novelas son de largo aliento. Yo creo que también son de pensamientos largos. Yo sólo sé pensar insignificancias. Como todo lo que (M) piensa. Pensamientos rápidos. Fugaces.
7
Cuando (M) viene a casa (un rincón en mi cuarto en dónde me he postrado muchas veces ante su presencia) nos gusta jugar a las escondidas. (M) finge ser una bestia que me acecha y cuando me atrapa, destroza la ropa para alimentarse de mi piel, mis creencias, mi mente, mis ficciones. Luego de eso cogemos toda la noche sin detenernos. Sin oler la repugnancia del tiempo. El tiempo destruye todo.
8
A veces me habla de libros que nunca he leído. De sueños que nunca ha tenido, pero conoce muy bien porque en algún lugar los escucho. Me habla de Milorad Pavić y su Pieza única. De cómo hay ficciones dentro de las ficciones y en esa metaficción hay otra ficción. ¿Qué es aquello que con tanta firmeza llamamos realidad?
9
La pregunta no es nueva. Desde Platón aquella duda ha sido objeto de estudio. Pero ¿cuál es el motivo de seguir haciendo preguntas de las que nunca conoceremos su respuesta? A (M) le encantaban estos temas. Al verlo tan emocionado por investigar me di cuenta de que la respuesta es simple. ¿Cuál es el motivo de seguir pensando en alguien que nunca podrá amarme? La esperanza. La ficción siempre será una gran salvadora. El amor nunca muere.
DEATH OF AN ANGEL – Human Drama
Un rostro. Unas manos. Unas piernas. ¿Una voz? Eso es (M).
Un cuerpo. Sin asunto. Sin destino. ¿Eso es (M)?
¿Quién tiene la culpa de que estos pedazos de hombre se hayan quedado sin voz?
Tan hermoso como la muerte de un ángel.
I
(M) siempre se mostraba indiferente de mi presencia ante los otros. La adolescencia fue una etapa cruel. Nos ocultábamos mientras todos se mostraban sin ser marcados con la mirada del morbo, del odio, del asco. En teatro solíamos llamarle al público “el monstruo de mil ojos”. En nuestra vida diaria ese monstruo estaba siempre presente. Nos miraba por todas partes. Observando cada acción, para castigarnos si hacíamos lo que otros si podían. Tomarse de las manos era ponerse las cadenas de la vergüenza. Un acto tan simple como ese era motivo de burla para todos. Le decía que sólo había que aceptar la condena con orgullo. Ellos nunca nos entenderían. No necesitábamos que nos entendieran. La aprobación y el prestigio, en ese entonces, era la materia con la que se forma una persona. (M) tenía eso muy presente y sólo corría, corría, corría. Lo hacía en presencia de todos y cuando estábamos a solas. Sólo corría, corría, corría.
II
A veces no recuerdo en qué fecha (M) tomó un lugar en mi conciencia.
III
La fecha es insulsa. Lo que importa es quién era yo cuando (M) se hizo presente en mi vida.
IV
Todo lo que (M) sabe en algún momento yo también lo supe.
V
(M) Y Yo somos jotos, maricas. Ahora hay una resignificación en esas palabras. Ahora las llevo con orgullo porque (M) me enseñó a portarlas con ese valor.
VI
Eso sólo era un aspecto de nosotros. El deseo por los hombres con el que fui marcado desde mi existencia. Deseo con el que también marqué a (M).
VII
Todas las personas con las que ha estado se han ido repentinamente. Nunca esperaron a la muerte en lenta agonía.
IX
Hablar con (M) era hablar con fantasmas.
FICTION (DREAMS IN DIGITAL) – Orgy
¿?
(M) y Yo son dos personajes creados con la intención de hacer posible algo que sólo en la ficción pudo pasar. El deseo frustrado del primer amor hetero de un joven gay. La pérdida del ser amado. Es el vacío en el todo. Como sea. Estos dos son manejados por
un constante clickESPACIOenterSUPRbloqmayúsENTERENTERENTERENTERENTERENTERENTERsuprCLICKCLICKCLICKCLICK
tecleotecleotecleotecleotecleotecleo y muchos suprsuprsuprsupr
¡!
Esta narración es también una posibilidad. Aquello que maquinamos en nuestras mentes es la realidad. Todo lo externo es un error. Todo lo interno es un acierto. El autor me ha dado voz para explicar esto. Para explicar esa parte de su vida que no es capaz de contar.
IIIIIIIVVVIVIIVIIIX
Se vive libre pero encerrado en el pensamiento. No se vive libre entonces. La ficción es la misma bestia que nos acecha a todos con sus ojos amarillos llenos de soledad. Que nos desgarra cuando huimos de ella.
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La homosexualidad sólo es un marco de referencia. Él no puede hablar desde otro lugar porque toda su experiencia ha sido jota, marica. Las ¿ficciones? sólo son una forma de comprender y crear el mundo como queremos que sea. Pero también son una forma de atormentarnos. A mí me atormenta y sólo existo en este espacio.
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(M) Y Yo sólo son percibidos como un artificio. No lo son. Antes de esto no existían en un espacio concreto. Ahora ya no son abstracciones. ¿Qué tan reales son? ¿Qué son ellos y que parte de mi voz ocupan ahora? ¿Acaso ellos son mi cuerpo y yo sólo una voz intrusa?
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Hablemos de los artefactos de la ficción. Escribir es uno de ellos. Siempre estamos escribiendo. Sobre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestros deseos. La vida misma es un artefacto de la ficción.
Breve informe de los componentes de (M)
1.- El sujeto nombrado (M) se compone de los elementos esenciales que logran la vida humana. Siempre falta un porcentaje que puede ser llenado con el artefacto imaginativo de quien lee este texto.
2.- El sujeto (M) no sólo existe en el dialogismo de este texto. Toda realidad existe antes de ser plasmada.
3.- El sujeto (M) es el problema encarnado de la dicotomía realidad/ficción.
4.- (M) no tiene inicio ni final. No es una narrativa clásica. Su único acto de fe es la recursividad de su existencia en miles de mundos posibles.
5.-No hay punto final ni letra de inicio. Todo lo que existe en la memoria es un ouroboro de la narrativa.
6.- (M) es un ouroboro. Todo texto tiene esa forma. Todo cuerpo al que se la da una voz es un texto deseando ser decodificado.
7.-(M) siempre fue mi gran amor.
Jorge S. Panohaya. Soy egresado de la licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica. He sido ponente en el Coloquio Internacional de Hermetismo y Cosmovisiones, 4to Coloquio Nacional Palafoxiano, Formé parte del comité organizador del Primer Encuentro Nacional de Estudios Queer. Escribo una columna quincenal en Revista Collhibri titulada Miradas en el calidoscopio. He publicado en Crisopeya Revista de Arte y Literatura.