Cinco libros de los que nadie habló en sus famosas listas de fin de año


Lista Mejores Libros 2020 Foto
Una lista de los mejores libros que no aparecieron en otras listas de 2020. (Foto: Pixabay)

En lugar de hacer una de esas listas de los diez mejores libros del 2020, voy a hacer lo siguiente: una lista con cinco libros chidos que vale la pena leer y de los cuales casi nadie, o mejor dicho, nadie, puso en sus listas.

Tenía ganas de escribir esta columna a finales de diciembre. Muchas cosas me lo impidieron. A veces no sabía si era yo mismo el que se negaba a escribir, o eran las circunstancias las que me obstaculizaban (la pandemia y todos sus estragos). ¡Por fin, ahora lo hago! Me pongo a redactar estas líneas con el afán de darle vida nuevamente a esta humilde #Convulsiones, mi columna.

Agradezco mucho al amigo Rolando R. Fullton, uno de los editores de este gran proyecto llamado Marabunta, por motivarme a volver a estas páginas electrónicas. Así que vuelvo, con una energía renovada y con el deseo de contar aquí todo lo que merezca ser contado: historias, chismes y de vez en cuando una que otra adivinanza.

Y, como dije, empezaré enlistando una serie de libros que debieron aparecer, mínimo, en alguna de las múltiples listas de los mejores libros del 2020. ¡A lo mejor alguno de los títulos que voy a mencionar sí apareció y yo ni me enteré! Pues que alguien me avise porque ya me leí bastantes listas y qué pena que proliferen en su mayoría los mismos libros y los mismos autores. Más valdría decir que los que hacen esas listas sólo leen el catálogo de dos o tres editoriales.

Es necesario también hablar de otros libros que son también muy buenos pero que no nacieron bajo el sello de las editoriales de las que todo mundo habla. Si bien, la pandemia afectó drásticamente la actividad editorial en general, hubo grandes libros que salieron el año pasado, sobretodo en las editoriales independientes.

Las obras que a continuación voy a enlistar forman parte de ese extraño mundo que se llama literatura under, porque el underground sigue existiendo, al menos de manera afectiva y efectiva, mientras haya obras que, escritas con gran calidad, permanezcan soterradas, excluidas, ninguneadas, por no ser publicadas en una editorial “conocida”.

Yo no sé qué pasa con muchos periodistas culturales que les da pereza (o miedo) ver más allá del catálogo de las editoriales de moda. Les da flojera (o pena) comentar libros de proyectos editoriales periféricos y marginales que están arriesgando todo en cada título que logran sacar.

Aviso de una vez, voy a enlistar escrituras arriesgadas de autores arriesgados que forman parte de una escena under o independiente, ya sea por su forma de escribir, por el circuito en el que se desarrolla su escritura o por el sello editorial en el que han publicado su obra.

A continuación se enlistan los títulos, con un breve pero sustancioso comentario; espero que tal vez alguien se anime a escribir algo más acerca de estas obras o de estos autores o ¡a leerlos!

1. Esta herida se llama palabra, Alejandra Estrada (Mantra Ediciones)

Escritura potente y nada delicada, todo lo contrario: cruda. A través de la palabra, la autora revela, a la luz (u oscuridad) de los traumas, la poesía de las heridas. Además, estos versos se convierten en un arma para destrozar las idealizaciones del mundo contemporáneo en torno de “lo femenino” y de la belleza. Muy necesaria en estos tiempos en donde importa más el cómo te ves que cualquier otra cosa, donde son más importante tus fotos de Instagram que quién eres en realidad. Este poemario te trastoca. Hubiera ganado el Premio de Poesía Aguascalientes del año…

2. Dogma, Iván Cruz Osorio (Malpaís ediciones)

Poesía nacida en el subterráneo de Nueva York. Lo mejor de las Vanguardias está contenido aquí: me recordó a Girondo (20 poemas para ser leídos en el tranvía) y por supuesto, como lo advierte el propio autor, tiene mucho de estridentismo. Aquí están, también, las voces de los muertos y los desaparecidos, es un canto fúnebre que resuena en el motor de una máquina furiosa. Este poemario tiene muchas lecturas, diversas interpretaciones, distintos modos de leerse. Un libro que es muchos libros…

3. Espina, Karloz Atl (Instituto Sinaloense de Cultura)

Es sólo un fragmento de una obra más extensa, la cual no tiene punto final porque es interminable como la vida (o mejor dicho, las vidas de un poeta). El origen de este libro es la meditación, el ritual y el trance. Karloz Atl realizó sesiones mediúmnicas hasta alcanzar el arrebato espiritual que le permitió conectarse con la voz de otra poeta que habita otro tiempo y espacio, y tradujo en el idioma del agua esa voz que escucho en sueños. Los amantes de la poesía chamánica deben clavarse esta espina.

4. Raíz de ceniza, Valeria Sandi (Ojo de Golondrina editorial & Cuadernos reciclados)

Esta raíz conecta con el universo personalísimo de la autora. En este hermoso libro hecho con hojas recicladas los poemas están escritos con carnalidad y sangre. En esta obra se abre “el telón de la noche” para mostrar los rituales más oscuros y más bellos del ser humano. Una obra que respira la vitalidad y el vigor de la poesía latinoamericana actual. Lectura altamente recomendable, sobre todo si el lector desea adentrarse en la profunda obra de una de las poetas más destacadas y jóvenes de Bolivia.

5. Contemplaciones desde el tuétano, Alejandro Flores (Libros del Fresno)

Una vacuna en tiempos de covid. Pero una vacuna para literatura, tal y como me dijo el mismo autor una tarde mientras conversábamos sobre la minificción. Y es que las minificciones son ese oxígeno que necesitamos todos cuando el mundo nos abruma. Dosis mínimas para seguir con el día a día. En este libro hay de todo: violencia, reflexión y humor. La ópera prima de un autor empeñado en ofrecernos las mejores minificciones de la época actual. Léalo, principalmente si usted es uno de esos lectores a los que no les gusta leer mucho.

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