Por Andrés Restrepo
Pola, cerveza, birra.
Te conocí clandestina a los doce,
me permitían beberte a los quince
y llegando sediento a la cédula
aprendí a amarte sin medida.
Pola, cerveza, birra.
Me reflejo en tu fondo,
rubia de pecho frío
y espumosa pasión.
Sea en lata, botella o vaso,
contigo no hay ración.
Pola, cerveza, birra.
Siempre oportuna,
en desgracia, en fortuna.
Elixir helada, tortura caliente.
Para fiestas y funerales.
Para solemnes y nimiedades.
Pola, cerveza, birra.
Refrescas, embriagas, consuelas.
Nos engordas y nos amas.
Y cuán indiferente somos
ante ese maternal amor,
¡Cuán desapercibida pasa
tu muerte de mililitros
por el borde de la piscina!
Pola, cerveza, birra.
Indignos somos de ti.
Muerte a los bebedores avergonzados,
a los que te orinan rápido,
a quienes te dejan al clima
y a quienes te cambian
por costoso whisky
al llegar a la cima.
Pola, cerveza, birra.
Industrial y artesanal.
De burgués y de obrero.
De la Pilsen a la Guinness,
de Águila a Stella.
Corona, Peroni, Heineken, Club.
Pola, cerveza, birra.
Te celo, te bebo, te amo.
Te amo pola,
te amo cerveza,
te amo birra.
Amo tu fluido dorado,
y también tu afrodescendencia.
Te amo en tu toque a limón
y en esa metamorfosis carmesí.
Pola, cerveza, birra.
Perdona si te he vomitado,
perdona si riego
una partida de beerpong.
Ilustrado por Velvet Kaoru. Conoce más de su trabajo en su perfil de Instagram.