Cuando llegó el pdf de La máquina del orgasmo infinito a la bandeja de entrada de la revista, en un principio creímos que se habían equivocado y nos habían confundido con otro destinatario, hasta que, claro, Google y las primeras páginas del archivo nos dieron la respuesta. Cuando Dan, del Comité Intergaláctico Marabuntiano, dijo que …