Al morir Shanghai
por La garbanza mecánica Nueve en punto. Noche. “Voy a violarte”, me dice en tanto me acaricia las nalgas con la mano izquierda el hombre que pasa detrás de mí; luego continúa caminando y se pierde en una calle más adelante. Miro asustada la hora, son las nueve de la noche, hoy ha sido …