Comentario editorial [año 9, núm 24, Marabunta vive!]



Bueno, pues como dijera el buen Lovecraft, hasta los muertos bien muertos se pueden reavivar si algo los alebresta. La verdad sea dicha, el último año, aunque la Marabunta parecía tiesa y morida si uno la veía desde afuera, tuvimos un año movidito dentro del hormiguero, el cual se concretó en proyectos de los que tendremos detalles pronto (sí, ya llevamos diciendo eso seis meses, pero ni modo, nos movemos con el calendario geológico). Sin embargo, al final nos dimos cuenta de que los amábamos demasiado como para abandonar nuestro mero mole. Por lo tanto, decidimos poner patitas de hormiga a la obra y convocarlos a participar en éste, un número especial para el equipo del Comité Intergaláctico Marabuntiano, ya que cumplimos 10 años de publicar, corregir, editar, chainear nuestras redes sociales, entre muchas otras cosas que hacemos sin que nos paguen.

Quisiéramos decir que habrá una fiestotota en honor a lxs cientos de autorxs que han desfilado por estas páginas, pero la prra realidad es que la vida adulta nos consume y queremos enfocarnos en esos proyectos a los que les estamos poniendo todo nuestro corazón de hormiga, sobre todo en nuestro fanzine Expediente Marabunta #0, el cual ya está impreso, empacado y esperando a un alma caritativa que nos deje presentarlo en su patio :v Sin embargo, sí hemos celebrado un brindis dentro de nuestro hormiguero en honor de todos ustedes, que se pusieron al tiro a pesar del año de inactividad de esta revista y nos mandaron un montón de textos y obras gráficas bien torcidas, las cuales nos hacen tanto querer publicarlos como mandarlos al psiquiatra.

Agradecemos a todas las personas que nos comparten su obra, quienes aún confían en una especie en peligro de extinción (sí, hablamos tanto de hormigas como de revistas independientes) y nos lanzan una piedrita para seguirle. También agradecemos a nuestros patrons, quienes han permanecido al lado de la Marabunta a pesar de las ausencias y las inclemencias sociales, editoriales y climáticas. Aunque sea en una forma zombificada y madreada por el domo de calor, esperamos seguirles dando lata otros diez años alv, ¡así que no cantes victoria aún, Letras “Libres”, porque la Marabunta VIVE!

Esperamos que este brioso y perturbador número de Marabunta represente un regreso satisfactorio al hormiguero para ustedes como lectores. Estén atentos a los próximos anuncios 😉



Abajo: Indice del número, Agradecimientos especiales y Arte del número


ÍNDICE

Narrativa

Alcaraz, Abril – Un país
Amparán Díaz, Mauricio – Los prefiero crujientes
Blanco, Ester – El oráculo
Granados, Ulises – Breviarios de animales fantásticos
Lima, Gisela – Echar raíces
López, Rodrigo – El hueco
Mendoza, Óscar – Una ofrenda al tecnomante
Ortiz, Héctor – La vida comprimida
Oscura, Andrés – Llorona
P. H., Carlos – La bruja de las tormentas
Simental, Karen – La enfermedad
Sof – Apetitos indecibles

Poesía

Amschlinger, Eliana – Edificar una familia
González, David – Poemas

Ensayo y crítica

Aparicio, Alexis – Sobre el origen y naturaleza del soneto
Gutiérrez Victoria, Armando – A favor de la lectura fragmentaria como acto de rebeldía
Lau, Antonio – Tan poca literatura en Tan poca vida
Mártinez, Arturo – 200 años de dictadura y libertad
Ortiz, Héctor – La banalidad del mal y otras reflexiones en torno a La zona de interés
Sapiña, Héctor – Avatar (de Netflix) o la colonización del fanffection

Artes

Mario A Arcos
Carlos Baz
Creepypastel666
Marín
Bea Krasivaya
G Trujano


Agradecimientos especiales a nuestrxs Patreons (quienes se sumaron un tiempo y quienes continúan).

casandira
elviejocatólico
Francisco García
Flavio Juárez
Ramsés LV
Marcial Becerril
Gabriela Soledad Garcés
Ivette Pradel
Flor De Liz Martínez
Elián Salazar
Sebastian Angeles
Gabriela Soledad Garcés
Alejandra Gil
Jorge Meneses
J Alba
Eli Franco
Alberto Chanona
Ricardo Berlanga Dávila
Leonardo Mérida
Bernardo Martínez

Arte de portada: Asfalto Eigengrau / IG: instagram.com/asfalto__

Y, por último, pero no por eso menos importante, queremos recordarles que #PalestinaLibre y abajo el “estado” sionista de israel.

Entrada previa La tranquilidad de pensar mientras se observa el fuego
Siguiente entrada La enfermedad