por Agustina Ayala
Yo trans
Mi cara es una negociación
entre 2 personas que no son yo.
Mi espalda lleva el peso de gotas,
de miles de millones de gotas de sangre
Que chorrean furiosamente de un pequeño cáliz.
Mi cuerpo no tiene frontera visible,
dibujada puede llevar tan solo una línea,
o mil de ellas escurridas por la hoja.
Yo podre ser un vidrio de una dirección
o un laberinto donde soy el propio minotauro,
pero también soy un canto a la vida,
soy la planta que crece en la incertidumbre,
soy la casa que sobrevive la tormenta.
Estoy entre el yunque mas liviano del mundo
y el viento mas pesado
me dijeron desde infante que
no existe vida mas allá de las cuatro paredes
que conforman mi cuerpo.
que me quieren muerta antes que monstruosa.
me enseñaron que
a la cucaracha no se la mata
mientras no se muestre.
me pusieron una bolsa en la cabeza
y me dijeron que tenía que ser feliz con ella,
que tengo que rezar cada noche
para que mañana continúe muerta,
decrepita y pudriéndome.
pensé ingenuamente:
“el armazón de hierro no pesa, el encierro no duele”
pero ahora tengo la jaula encarnada
hasta la ultima entraña.
hace tiempo que se encarna.
Habitar los bordes
Sin limites mi cara de bordes difusos
se mezcla con el universo mismo.
Donde comienza la tierra y termina el cielo.
Yo existo
en la piel sobrante de la gente que adelgazó,
en los animales no descubiertos
en la mayor profundidad del océano
con peces sin ojos,
Indescifrables,
Monstruosos,
Como vos y yo.
Es ahí donde habita mi piel.
Donde habita el pelo que recorre violentamente mi cuerpo,
Como las tormentas que hacen crujir las casas del norte.
Es en la noche donde mi cara se ve,
con los bordes lavados por la oscuridad,
apenas se ven los ojos.
Es allí donde habita mi cara
Es ahí donde me debes buscar.
Agustina Arami Ayala (Argentina, 2002). Mujer trans, escritora, actriz y artista plástica. Ha publicado en las antologías de Ecos literarios y en Inventidas2.
Arte: Lynn Sherman Leeson