Yo también, pero tampoco

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Sobre el origen y naturaleza del soneto

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Mario Andrés Arcos Guerrero [Dibujo]

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Por Guillermo Vargas   —¿Tiene solución? —le pregunté. —Sí, la muerte —respondió. La ballena de madera nos miró fijamente. —¿Por qué nos ve? —pregunté. —Porque quiere tu carne. —¿Para qué? —Para tenerla. —¿Tenerla? —Conservarla. —¿Para…? —No olvidarte. —¿Por qué me olvidaría? —Suele pasar. —A mí no me pasa, ni a ti. —¿Por qué nos ve? …

Por Alonso Núñez Utrilla   No voy a andar con rodeos. Me gustan las piernas; amo, adoro las piernas femeninas. Cuando salgo en busca de mi próxima presa (quizás el término “presa” resulte demasiado exagerado, no soy ni tan atractivo ni tan galán como lo puede sugerir dicha palabra, pero por alguna razón no se me …

Por Zadig   Mediodía en el bosque de Vrindavana: La luz se posa en el hueco de los árboles, semejante a un poco de agua en el hueco de una mano y en la flauta de un pastor se modulan los sonidos del deseo en la lengua de las cañas. Este sonido, apenas perceptible, hechiza …

Por Mario Escalona Conocí a Naomi en un taller de cuento de una famosa escuela de escritores en Guadalajara, a donde asistía con un amigo de antaño, Herranozki, mi copiloto en todos los asuntos referentes a la literatura y las juergas. Mi memoria es extraña y la fórmula que utiliza para elegir qué momentos conservar …

Por Carolina M. Catalano   Quiero encontrarme otra vez el sabor de tu cuerpo. Saber como la sed guía a la boca y así, que el ciclo infinito de los besos y la carne indiquen la orientación y el sentido de las ganas. Te sé con las manos y la lengua, con la punta de …

Ilustración de Torek. Más de su trabajo en su facebook.

Por Alberto Puebla 1 Si me pongo una pistola contra la sien, me violo, me erotizo. Si me deseo la muerte, si me maldigo, toco mi sexo oscuro. La muerte es una gran masturbación. 2 Sólo me molesta la suciedad que desconozco. La carne existe cuando hay palabras que la nombran. 3 ¿Cuántos sabrán lo …

Por Citlali Huerta   Recuerdo que cuando era niña me encantaba dormir en la cama de mis padres, justo en medio de mi madre y de mi hermoso padre. Al principio de la noche me quedaba descansando boca arriba con los brazos extendidos, cuando comenzaba a escuchar los resoplidos fétidos de la boca de mi …

Por Diego Esteban Caro Cuando lo ve no sabe si darle un beso o cortarse las venas. Rafael Chaparro   Yo la veía salir cada viernes del motel, siempre con la misma minifalda de color fucsia, casi siempre con las medias rotas, siempre con los tacones de plataforma, casi siempre con un bolso de cuero, …

Por J.M. Vacah «Hay dos clases de decepciones en la vida, la primera: que tu ídolo (el Rayo de Jalisco jr., por ejemplo) no te quiera firmar tu máscara. Y segunda: todas las demás», pensaste, mientras salías de la convención, en apoyo a la creación de la Casa del Luchador Retirado, con tu máscara del Rayo …