por Valdo Arciga A las ocho de la noche llegué a mi casa, el plan era recostarme y ver una película hasta agarrar sueño y quedarme dormido, sin embargo, recibí una llamada de mi novia. Estaba muy alterada. —¡Está aquí! ¡Estoy segura que está aquí! —dijo. —¿Quién?, ¿de qué hablas, Abril? —Mi exnovio… Tengo miedo. …

por Eduardo Barenas Una maquinación de la casualidad […] colocó frente a frente a aquellos dos seres; dos grandes corazones, inmaculado el uno, gangrenado el otro. ―“Un cuento cruel”, Justo Sierra Méndez Algo inquietaba a Alexis26. Las arrugas de su frente acentuaban el gesto amargo de su boca. Pensé que me pediría que me marchara, …

por Eduardo Barenas Pero no había nadie más fiel que los fantasmas —Mauricio Molina, “Lilit” Viví muchos años en el armario después de asumir tempranamente mi homosexualidad. Una vez que tomé las fuerzas suficientes para confesarlo, pensé jamás regresar ni padecer semejante sensación claustrofóbica de nuevo. Oculté manos temblorosas en los bolsillos, justifiqué la frente …

por Rafael Alejandro Ochoa García   Cuando me mudé al búngalo, Chacho me saludó sentado. Me recibió con su mirada asquerosamente tierna, y con el semblante que los perros saben que manipula a los humanos. Levantó la pata en una muestra trillada de atención, y nos volvimos compadres. Caso contrario fue el de Mushca. Una …

por Caterine Dos Ramos   Al revisar Sangre Patricia (1902), de Manuel Díaz Rodríguez, sería imposible negar la importancia que tiene el personaje de Tulio Arcos dentro de la novela, dado que la obra se desarrolla dentro de los difusos y nebulosos pensamientos de este joven venezolano residente en París. Además, la obra detalla las …

por Alan Armas de la Rosa   De las dos muertes que tuvo el señor Rangel, la primera fue la más curiosa; sucedió en un accidente, porque la segunda, según recuerdo, tuvo que ver con algo enteramente distinto. Yo le conseguí el trabajo con el que ahorró para comprarse el coche en el que se …

Uno se hace al hábito de no existir. Guardar silencio, ensombrecerse; vivir sin estorbar, sin vivir; habitar espacios oscuros, borrosos, inexplorables; hacerse ausente, ser la ausencia. Pero es tan difícil hablar de esto. Porque la nada es escurridiza, porque el silencio es una noche que se enciende al menor parpadeo de la luz y apenas …