
Algo pasa en los ojos de los perros
por Rafael Alejandro Ochoa García Cuando me mudé al búngalo, Chacho me saludó sentado. Me recibió con su mirada asquerosamente tierna, y con el semblante que los perros saben que manipula a los humanos. Levantó la pata en una muestra trillada de atención, y nos volvimos compadres. Caso contrario fue el de Mushca. Una …

Confesión de un hombre repulsivo
por Miguel Carpio A D. F. W. —En realidad, yo ya sé cómo terminará todo. Pero igual no puedo dejar de hacerlo. Desde que todo comienza, yo ya sé lo que estoy buscando. Y, sobre todo, sé para qué las estoy buscando. Así que todo comienza así: yo con la idea de que voy …

La vida secreta de los árboles
por Ernesto Tancovich Al no ser día de vino gratis los visitantes escasean. Vagando por salas casi desiertas, ya sin otro motivo que permanecer a resguardo de la intemperie, vuelvo a preguntarme para qué tanto, para qué todo. Aún queda alguien, inmóvil como el pescador que vigila sus redes. La artista, naturalmente. Voy mirando, …

Alicia, mujer lobo
por Angela Carter traducción del inglés de Alejandra Tapia Silva Si esta niña andrajosa, con sus harapos sucios, pudiera hablar como nosotros, se habría llamado a sí misma lobo; pero ella no puede articular palabra, aunque aúlla porque está sola —pero “aullar” no es la palabra correcta para describir lo que ella hace, ya …

Cajeros automáticos
por Bernardo Montes de Oca Cada vez que estoy en un cajero automático, siento un poder particular sobre la gente. Me siento más cercano a ellos y no de la manera en la que piensan. No es que los aceche sigilosamente. No, es peor que eso. A eso de las seis tarde, con una …

Beso de buenas noches
por David Manangón Wait for sleep -Kevin Moore Estoy sola en casa. Tu cuarto sigue igual. No quité los cuadros de payasitos, ni las estrellas del móvil. Huele a nuevo, a talco y aceite. Tu ropa se siente muy suave. La dejo sobre la cuna y me siento en la mecedora. Me duelen los …

Apago la luz
por Mateo Peraza Villamil El maestro Lozano se cagó. Quiero sacarlo del escenario pero su lectura ha comenzado y el hedor se disemina como el eco de un aplauso. Los asistentes se escudan tras el telón. Alguien dice: ¿Sienten ese olor? Finjo demencia, al menos hasta que pueda subir al proscenio, tomar al maestro …

En los negros ojos del tigre
por Jorge Meneses Mi madre atropelló a un gato. Ella tenía seis años cuando eso ocurrió. Iba en su triciclo, una llantita se zafó, y le pasó encima a un gato café que cruzaba la calle. —Maté a un tigre —le dijo a su madre. —Te vas a ir a la cárcel, niña. —No, …