por Darío González I Vino el Maestro con su espada y sus banderas,vino a sentarse en la colinapara hacer de cielo los techosy, bajo de ellos, bajo todas aquellas sombras,en la hora más oscura de las meditacionescon dos ramas prendió el fuego.El Maestro, aquel que hizo de mundo las piedras,aquel que trajo del agua el …