Timber: un corto hecho de madera


por Daniel Bautista

[Vean el corto en vimeo.com/245592750]

 

Nils Hedinger no es un animador brutalmente reconocido, pero por lo que se deja ver en su canal de vimeo, podemos afirmar algunas cosas de su estilo. Es simple, suele utilizar un escenario o dos, jugando con los acercamientos y movimientos digitales de cámara, sus historias son lineales, y por su puesto su técnica de animación es una versión apropiada digitalmente de la animación de recortes, lo que en este caso significa que los cuerpos de sus personajes suelen ser elementos fijos que se desplazan en el escenario, pero sus extremidades y gestos se permiten animación de dibujo cuadro a cuadro.

Timber es un corto de ambientación postapocalíptica y unos 3 o 4 comentarios principales sobre la cruel naturaleza humana. Es una historia fácil de resumir, una obra que juega muy bien con sus elementos y parece ser una muestra de madurez en la producción de Nils. De sus cortometrajes y comerciales, diría que es el que tiene mejor calidad visual y narrativa; no es necesariamente el más profundo, pero trata todos sus elementos de manera más redonda. A pesar de que Nils no cambia de técnica, sí la pule y la detalla, aprovechando sus pocos elementos en juego (madera y fuego) para jugar con las luces.

 

Madera limpia, buenos trucos

La narrativa del corto sigue una estructura muy digerible, cumple con los tres actos y las acciones clave que pueden identificarse con un análisis de cuento de hadas bajo la teoría de Vladimir Propp o un análisis del camino del héroe con la teoría de Joseph Campbell. Seguir estas estructuras o cumplir con los arquetipos mínimos para contar una historia, en el caso de Timber, es una estrategia idónea para mantener la atención del espectador durante los 5 minutos 35 segundos que dura el cortometraje. Quizá en otras producciones estas estructuras lineales y obvias generan una narrativa sintética, en el mal sentido. Sin embargo, Timber es un corto acerca de la supervivencia (entre los 2 ó 3 temas que maneja), y la tensión narrativa y psicológica que lo distingue se logra gracias a una ejecución muy limpia de su modelo narrativo.

La vuelta al Status Quo y la pistola de Chéjov

El Status Quo es un estado ambiental y psíquico de cierta paz, se podría decir que es un momento de cero tensión narrativa, en una narrativa tradicional iniciamos en este punto y debemos volver a él. La historia debe ser un ciclo que termina en una versión mejorada del primer instante, el héroe ha aprendido y vuelve al estado inicial preparado. En Timber, el Status Quo está enmarcado por un gran plano general del bosque talado en donde se encuentran, la última toma es una versión más abierta del primer cuadro del corto. Significa que ahora el héroe comprende más de su contexto, ahora sabe lo cruda que es la supervivencia.

Por otro lado, la pistola de Chéjov es uno de los recursos narrativos más célebres. En Timber es muy sigiloso. Decía Chéjov que si vas a matar a alguien con una pistola en la última escena de tu historia, evitaras el Deus ex machina (estigmatizado por cualquier guionista respetable) introduciendo esa pistola desde la primer escena. En Timber al inicio podemos ver una caja de fósforos, el director nos distrae y hace que la perdamos de vista y quede en un punto muy reservado de nuestro imaginario. Esta es una pequeña pista que debería activar nuestra intuición para recordarnos que en esta realidad simulada donde los troncos son antropomorfos, existen los humanos. ¿Cómo sabemos esto? La cajetilla tiene diseño gráfico y el uso de la pólvora es mucho más sofisticado que los troncos; los personajes tienen apenas un protolenguaje y su moral es muy básica. Por ende debieron fabricarlos los humanos. No se vuelve a mencionar la presencia de homo sapiens en la historia hasta la última escena, cuando se escucha que en la lejanía los árboles caen al ser talados por una motosierra, indicio final de que los humanos existen y son los causantes directos de la desgracia de los troncos. Un mensaje un tanto ecologista, que Nils ya maneja en sus otros cortos, poniendo al humano como un perverso que profana el mundo de la flora y la fauna.

 

Pirámides y maldades de madera.

Trataré el corto con la siguiente premisa y la explicaré hasta llegar a los troncos: El pestillo de mi puerta me separa de la moral humana.

Esta es una idea bastante trabajada en otras obras, pero me gusta expresarla de esta forma, debido a la realidad contemporánea (aunque creo que es un fenómeno de todos los tiempos, desde que existen las leyes). Nuestra civilización pende de un hilo frágil de obediencia: no somos unos violentos salvajes (hasta cierto punto) porque hay una serie de leyes estipuladas y convenciones implícitas en nuestra coexistencia gregaria. Obedecemos ciertas reglas porque hay una fuerza mayor que se ejerce sobre nosotros. Según las etapas de la moral de Kohlberg, hay personas que se autorigen por cierta consciencia ética y principios morales por razones auténticas y velando por cierta idea de paz. Sin embargo, una gran mayoría de personas mantiene la máscara de civilizados para no entrometerse con la ley o no manchar su espectro social. ¿Pero qué pasa al cerrar el pestillo de mi puerta? Dentro de casa, donde la ley no me observa 24 horas y la sociedad apenas alcanza a fisgonear, puedo hacer lo que me plazca. Es esa violencia intrafamiliar que ocurre dentro de casa, pero que fuera el padre ejemplar de familiar trata de mantener las apariencias.

Esta fragilidad de nuestra civilización es manejada perfectamente en la novela El Señor de las Moscas y en su adaptación cinematográfica del 63. La hipótesis de que, si pudiéramos, romperíamos estas reglas que parecen tan oportunas y obvias, cuasi intrínsecas de nuestros valores humanos. Mataríamos si no estuviera prohibido. No todos, claro, pero bastantes. Sostenemos esta idea balanceándonos entre las ideas de Maslow y Zimbardo. Por un lado, podemos identificar el eslabón de la pirámide de Maslow en que se ubican nuestros tronquitos mediante sus actitudes y escasas habilidades lingüísticas; son apenas indagadores de los instintos más obvios de supervivencia, comer, beber, placer sexual; esos serían en cierta forma lo que un humano buscaría en el primer eslabón de la pirámide, pero debemos adaptarlo, ya que el cortometraje juega con un símbolo muy poderoso, el fuego. Lo que buscan estos personajes en su eslabón más instintivo y primitivo es calor.

Conociendo esto, podemos también ubicar a estos sujetos en una etapa premoral, según Kohlberg: no han desarrollado una moral tan avanzada como para considerar las consecuencias a mediano o largo plazo de sus acciones, van por lo inmediato y viven de ello. Los personajes se matan entre sí para generar más calor y sobrevivir; tras una serie de muertes de la que solamente el tronco más pequeño escapa, apenas ha soportado una noche más; cuatro cadáveres apenas han alimentado el fuego una noche. Ahora el pequeño tronco debe ir a buscar más calor. Las muertes sólo han sofocado un placer mediato. Sus ideas de justicia a lo ojo por ojo no han desembocado en nada relevante, al parecer la vida de los troncos será un siempre sobrevivir entre evitar que te maten o matar. Troncos que han adoptado las conductas más bajas de los humanos, que los siguen cortando. Un escenario postapocalíptico para el tronco: la vida humana de siempre.

Zimbardo enlista una serie de posibles actuantes en el desarrollo del mal. Retomaré solo los que considero importantes para entender las acciones del tronco asesino y del tronco niño. El mal funciona en escalada, un primer paso es lo que se necesita para terminar en un punto sin retorno. El tronco asesino, mucho antes de matar, se niega a colaborar, luego abusa físicamente del tronco niño, genera el ambiente para que otro tronco colabore en su juego injusto; finalmente en defensa propia provoca la muerte del tronco más viejo, a partir de ahí le resulta un acto ventajoso y sin peso el asesinar a cualquier otro. Bajo esta premisa, debemos considerar que el corto también es una advertencia hacia las nuevas generaciones: la situación ha provocado que el tronco niño asesine al tronco asesino. ¿Qué tan difícil será para el tronco niño cometer un segundo asesinato? ¿O bien un asesinato no justificado?

 

¿De qué estás hecho?

La madera y el fuego son los elementos simbólicos con más peso en la historia. Cabe mencionar que ya la madera ha inspirado muchos juegos lingüísticos y el fuego es una sustancia elemental cuyo significado ha sido exaltado por el ser humano desde la antigüedad. En Timber, me gustaría recalcar la naturaleza de estos dos elementos juntos. A diferencia de la comida, por ejemplo, la madera viene directamente de los individuos, no es algo que busquen externamente, es algo suyo que sacrifican para mantener el calor. Para transmitir lo arduo de la supervivencia, son dos elementos que crean una funcionalidad semántica perfecta en el corto. Para sobrevivir, tienes que darlo todo de ti, y habrá gente que te obligué a dar más de lo que debes por su falta de empatía y compromiso social. El fuego es una pasión en potencia que está dentro de todos los troncos, pero no sale a flote hasta que se encuentra frente a la fogata colectiva, ese pequeño símbolo de sociedad que se ve aplastado por los intereses profanos del tronco asesino, quien persuade al tronco alto a ayudarle en su búsqueda de víctimas. Es la avidez de fuego. Porque el fuego se dicotomiza: puede ser el calor que los proteja durante la tempestad, o puede ser la llama destructiva que arrase las ruinas de una sociedad que pende de un hilo mojado en aceite.

 

Daniel Bautista: Nací el 21 de mayo de 1995. Al terminar la secundaria decidí que la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas sería mi nuevo reto intelectual, aunque fue más una amalgama de eventos sociales; egresado como comunicólogo. Con un cuento publicado (Acordes a lo lejos) en el libro “Jóvenes creadores en Baja California, 2011”. A los 17 años empecé a trabajar en una casa productora (EsferaCorp) animaba gráficos, realizaba corte general, editaba algunas cosas de audio, corregía color, componía imagen. Actualmente colaboro con ellos de manera activa. Entré a estudiar a los 18 años a la Universidad Autónoma de Baja California, inscrito en la licenciatura de Docencia en lengua y literatura decidí que haría todo lo necesario para ser un excelente docente. Impartí tres pláticas dentro de la facultad de humanidades: 1. Aplicación didáctica de la RIEB, Educación comparada (México, Chile y Finlandia) y ¿Por qué pensar, leer y escribir?. Una editorial local (Saturno Editorial) publicó un cuento mío (Dulce aleteo aleatorio) en su primera publicación (Cuentos para viajeros en 2015). En 2016 Editorial Corelli acepta dentro de su compilación Cuenta la muerte mi cuento El endriago. En 2016 participé en el Rosarito Film Festival, co-realizando un video musical animado (Ramona-recuerdo) en una semana. Así mismo produje en dos semanas el cortometraje animado Literatura de las cosas simples para el Rally de Cortometraje UABC 2016, mismo que fue seleccionado para exhibirse en el festival San Diego Film Week. Participé en el Creativa Fest 2016 pitchando dos series animadas para Cartoon Network latinoamérica.  En 2015, 2016 y 2017 he sido patrocinador del encuentro cinematográfico FACINE, apoyando con la producción de Spots animados de promoción. Actualmente curso el 10mo semestre de Docencia en Lengua y Literatura. Mi último cortometraje animado “Flor de muerto” ha obtenido reconocimiento local y fue seleccionado en dos festivales fuera del país.

Entrada previa El manual salvaje o Guía para sobrevivir al Buen Fin
Siguiente entrada El parrillero