Comentario editorial [Año 8, Núm. 21, Tema Libre]


  
La vida en el siglo XXI es una interminable avalancha de sorpresas… y en realidad la mayoría son bastante desagradables. Uno ya no sabe qué nueva pandemia va a iniciar cada día, si los egos desenfrenados de un par de presidentes nos va a empujar un poco más cerquita de la guerra nuclear o si Luis de Llano va a seguir existiendo (e insistiendo en abrir la boca para presumir sus cochinadas). Pero en medio de este calvario de bofetadas mediáticas y políticas, la Marabunta recibe anualmente una sorpresa agradable. Bueno, al menos en teoría. Y esta es la sorpresa de qué chingaos decidieron enviarnos para nuestro número de Tema Libre.

En esta ocasión, dado que nuestra convocatoria cerró demasiado pronto como para que nos mandaran sus fanfics y opiniones sobre la cachetada de Will Smith (afortunadamente), muchos de ustedes se decantaron por la literatura fantástica y de ciencia ficción. En las páginas de este número, nos adentraremos en una emocionante diversidad de mundos otros, desde uno donde la energía de nuestros sueños surte de energía a un inframundo invisible hasta otro donde la creatividad de los escritores hace caer la lluvia sobre la tierra, pasando por escenarios poblados de androides con problemas existenciales, insectos devoradores de conciencias y reyes antiguos atrapados por maldiciones.

Pero las atribuladas mentes de nuestros colaboradores no han abandonado la realidad del todo (aún). A la par de los textos más fantasiosos, también leeremos postales ancladas en este mar de lágrimas que llamamos vida real, como el periplo de un hombre que cuida su celular nuevo en el metro, una disertación sobre nuestros malentendidos con el cristianismo y un texto, honestamente muy raro, que estudia la eterna batalla masculina contra las incómodas erecciones matutinas. Así, pueden ver que este número va a estar igual de loco ya sea que invente mundos nuevos o que opere desde lo visible, evidencia de los talentos múltiples de los literatos marabuntianos.

En resumen, creemos que —como cada año— sus disparates de Tema Libre no han decepcionado, y servirán a la comunidad como una gran distracción literaria y artística mientras el mundo se sigue desmoronando a nuestro alrededor. Sin nada más que agregar por el momento, esperamos que se pongan cómodos, abran unos takis fuego y disfruten del número,* y prometemos sacar el siguiente sin más retrasos en el dictamen y excelso profesionalismo (ajá).

¡Qué viva el mole de guajolote y la Marabunta en su octavo año!


* Decimos esto en sentido figurado. El número durará alrededor de dos meses y medio. Por favor no se recuesten a comer takis fuego por dos meses y medio.

Arte: Elías S. Huiñapi, Autorretrato. Homenaje a Man Ray. Conoce más de su trabajo en https://www.instagram.com/satelitephoto/

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